La estructura de Crash nos acerca a una narrativa no-líneal de una historia. En esta película se cruzan varias realidades paralelas que se entrelazan durante las casi dos horas que dura el film.
Los personajes cruzan sus historias de manera simultánea y
nos permiten obtener una nueva visión sobre la doble moral americana y la
peligrosidad ya conocida que supone enfrentarse a alguien con el escudo de los prejuicios.
Esta película huye de la narrativa líneal ya que las escenas
e historias no se desarrollan secuenciadas una tras otra, sino que se
entrelazan de tal manera que una lleva a otra gracias a un montaje muy cuidado
y con una serie de efectos de realización que nos permiten adentrarnos en una
dimensión de la realidad en la que no hay una visión única, sino que nos ofrece
la posibilidad de acceder a una nueva visión de la narrativa.
Por tanto, podemos ver una nueva visión muy cuidada de una
narrativa no-líneal que no reduce la historia al clásico patrón:
Planteamiento – Nudo – Desenlace
Desde el punto de vista cinematográfico y como espectadora
echo de menos una mayor descripción de los personajes que nos permitan entender
de una manera más completa sus reacciones y qué les motiva a actuar así con el
resto de protagonistas de la historia global.
Otro ejemplo mucho más edulcorado de historias cruzado
podemos encontrarlo en la película “Love actually” aunque a un nivel mucho más
básico y sin llegar a adentrarse en temas tan espinosos y delicados como pueden
ser la discriminación por etnia, género o nivel social.
Por tanto, esta película permite entender una nueva forma de
hacer cine y la posibilidad de combinar historias al igual que lo hacían los
libros multiaventura que leíamos en nuestra infancia.
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